Devocional - 23 de febrero
Devocional
Serie “Perseverando en la crisis”
Tercer Capítulo
Por Pastor Oscar Villalta.
Lucas 22:21
Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa. 22 A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado! 23 Entonces ellos comenzaron a discutir entre sí, quién de ellos sería el que había de hacer esto.
En esta ocasión se encuentra Jesús en la celebración de la Pascua que simboliza la salida del pueblo de Israel de Egipto, reunidos y conviviendo los unos con otros Jesús dice a sus discípulos que uno de ellos lo entregará, es decir lo traicionará, esto quebranta la tranquilidad de la cena y hace que todos entren en la interrogante: quién será la persona que entregue al maestro? Y la respuesta todos la conocemos Judas fue el que entregó al Señor en manos de los religiosos de la época.
Pero esta noticia acerca de esta traición rápidamente dividió a los discípulos ellos comenzaron a discutir, después de estar felices conviviendo y terminaron discutiendo. Porque el pecado es así lleva a cualquiera de la tranquilidad a la crisis, de la felicidad al quebranto y de la quietud a la angustia porque la crisis tiene el objetivo de dividir la unidad de Cristo.
Los discípulos también perdieron el enfoque que Cristo había dado desde un principio y esto es esencialmente lo que sucede en nosotros nos desenfocamos, perdemos comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, dejamos de ser uno con Dios y dejamos de ser uno también con las personas que más amamos.
Recuerda que el pecado llegó a Judas y alcanzó a todo el grupo, causando división, crisis, frustración y tristeza pero ten en mente siempre que Dios permitió todo esto para poder concretar el plan de salvación en la cruz del calvario Dios nunca perdió el control de nada.
Oremos juntos, Padre te damos gracias por la salvación por medio de tu amor interminable, permítenos vivir siempre en unidad y que ninguna circunstancia pueda separarnos de ti, en el nombre de Jesús oramos amén.